Cómo y por qué se desarrollan enfermedades cardiovasculares.
Empiezan de manera insignificante,
con cambios diminutos en las paredes arteriales, lo cual desencadena un proceso
en el que estas absorben grasas, colesterol, calcio y otras sustancias. Poco a
poco, los depósitos grasos se acumulan; por ello, el interior de las arterias
se estrecha, lo que restringe el flujo sanguíneo. Al mismo tiempo, los depósitos
tienden a endurecerse, engrosando las paredes arteriales y haciéndolas menos
flexibles, de forma que van perdiendo la capacidad de expansión y contracción
que regula la circulación. Esto significa que cuando corres, por ejemplo, las
arterias no logran ensancharse para permitir que la sangre rica en oxígeno fluya
a los músculos. Te darás cuenta de que te falta el aire o empiezas a sentir
dolor en el pecho.
El término médico
para esto es aterosclerosis, aunque a menudo se describe como “endurecimiento”
de las arterias, mientras que la sustancia que se adhiere a las paredes
arteriales se conoce como placa de ateroma o simplemente “placa”. La acumulación
de placa dentro de las arterias coronarias, que suministran sangre al músculo
cardiaco, es un trastorno cardiovascular llamado arteriopatía coronaria. Por
estar muy estrechas, las arterias no pueden suministrar suficiente sangre rica
en oxígeno al corazón para enfrentar periodos de mayor demanda, como al hacer ejercicio.